exhibition CENIT by MARIO ASEF

We are happy to announce our new exhibition

opening February 16th in collaboration with THE DRAWING HUB:

by MARIO ASEF

opening: 02/16/2018

exhibition: 17.02.- 11.03.2018

The Drawing Hub
Gerichtstraße 12-13
Aufgang 3
4 OG
13347 Berlin, Germany

a project by

wildpalms

The video work Cenit tells a love story, turning this into a metaphor around the moment on which, the sun doesn’t cast any shadow. Mario Asef’s work revisited the vitalistic perception of life. Life is a fight for keeping every particle concentrated in a body. His work relates to the simple but stronger fact that existence is a condition within the universe, and that every human task, from mathematics, archeology, economics are exercises to compile with this task.

 

Escolios

POLÍTICA

Las sociedades abiertas son en realidad sociedades complejas. Para su existencia demandan de sus participantes reconocer y participar en los avances sociales, históricos, culturales, ambientales y científicos, que exigen un alto grado de competencias. Su carácter de lo abierto -la igualdad de derechos y obligaciones de los individuos- es apenas una de los muchas características de las sociedades complejas. Lo abierto no es lo relevante. Lo complejo es lo definitivo. Su riesgo radica en lo poroso. Transacciones y migraciones de individuos sin la posibilidad de desarrollar competencias para asumir la complejidad. En tanto una sociedad abierta es compleja, desarrollará en su interior sociedades paralelas, individuos que se ubican en el mismo espacio geográfico, y determinado por las sociedades complejas.

Un error el haber desperdiciado la impunidad de sociedades corruptas. Era incluso posible asesinar.

La migración de África a Europa es la clara demostración que hasta los más pobres reclaman por un nuevo derecho. El de ser consumidores en el primer mundo. La izquierda y los partidos verdes son los más furiosos defensores de este nuevo derecho.

FUTURO-

Espero con anhelo la aplicación de la inteligencia artificial y la automatización de muchas formas laborales. El futuro de los autos plenamente autónomos y automatizados implica que el factor humano de la torpeza será completamente anulado. Ningún borracho más conducirá un auto arrollando peatones. Ningún chófer de bus o taxi más, aprehendido por sus emociones. Cuando los autos sean plenamente autónomos, no será necesaria la gama de diferentes modelos, diferentes colores, diferentes funciones, diferentes tipos que sirven para incentivar el gusto del consumo de quien se sueña detrás del timón. No existirá el gran macho ni la mujer torpe. Cuando el conductor sea un algoritmo y no las pasiones humanas no será necesario desarrollar más tantas y fallidas formas del diseño y la mecánica. En el mundo contemporáneo, no hay nada más feo que un automovil; en especial cuando éstos se apilan sobre los andenes en un barrio residencial.

Para suprimir los miedos en contra de la inteligencia artificial, me basta lo siguiente. Prefiero morir asesinado por un robot que quiere dominar al mundo, que por un islamista idiota que aun creé en un único dios.

Tal vez, si la inteligencia artificial domina el mundo, y aniquila la raza humana la naturaleza y los animales encontrarán una salvación.

KUNST

¿cuándo hará Ai Wei Wei una escultura pública que recuerde la noche del 31 de Diciembre del 2015 en Colonia?

ALEMANIA

¿por qué los alemanes tienen tan mal sentido del humor? Por dos razones, primero, Porque asesinaron, desplazaron y anularon a los judíos, y segundo, porque son políticamente correctos.

Si yo, siendo alemán, me burlo, crítico y denuedo a los alemanes y la alemaneidad, ¿puedo ser considerado racista?

Globos colgando en el techo. FIAC 2017.

El gesto es visible. Esculturas e instalaciones se extienden sobre la calle frente al Grand Palais, se extienden en el Petit Palais. La calle está llena. Visitantes toman café, se sientan en las bancas, y recorren el petit palais. Las bancas son obras de arte. Mediadores de arte, estudiantes, amables, explican al público. Median entre el objeto de arte y los visitantes. El gesto es visible. Las galerías que participan en la FIAC, la administración de la feria, la ciudad de Paris, desarrollan proyectos públicos que incitan la participación con las obras del arte. El gesto es visible. Es bonito. Es democrático, como lo titula un periódico alemán. Es gesto es visible, es consecuente con una tradición con el arte en Paris, visitar galerías y exposiciones (hay filas interminables) es parte de un tejido social.

El gesto es visible, su precaria existencia es invisible: soldados y policías rodean la calle, rodean el Grand Palais, patrullan. El gesto es invisible para quien no lo quiere ver. Portan armas de largo alcance. Quien sabe un poco de armas, sabe de la potencia destructora de un fusil de largo alcance en un espacio urbano. El gesto posible es el de la aniquilación antes del rescate. Las teorías de guerra urbana en los tiempos de terrorismo concluyen que es mejor asumir las perdidas colaterales con el fin de neutralizar, de manera efectiva y rápida, a los atacantes.

Globos cuelgan en el techo de una galería americana que participa en el Grand Palais. El precio de la obra se conoce rápidamente porque los medios repiten una y otra vez, algún detalle sobre la minimalista instalación del artista danés que vive y trabaja en Berlin. Fiesta de cumpleaños. Alegría. La gente toma fotos. Las fotos llegan a Instagram. Es entendible, es legitimo. Para vender los globos, es necesaria la seguridad que permita las transacciones comerciales. Los indices de confianza.

¿contra quién defendemos la legitimidad del gesto del tejido social, la seguridad de las transacciones económicas, la foto en Instagram? La pregunta desnuda el punto de la absurda e insoportable ironía de la real situación europea. “defender”, o “proteger”. Pues hoy en día tenemos que defender y proteger muchas cosas, la legitimidad de la mujer, la noción de sociedad, la posibilidad de otras perspectivas, la precaria existencia de la cultura cuando tiene forma de espacios comunales, hasta el punto que, una copa de vino en una calle presenta los mayores riesgos; las voces desarticuladas por la intolerancia que viene a ser tolerada por ideologías políticas. Asesinan por una caricatura. En Francia, donde la caricatura tiene una función política esencial desde el conflictivo siglo XIX.

Las respuesta no es importante, pues todos la conocemos. Me interesa el gesto visible en contra del gesto invisible. Una gran mayoría de irritables exigirían del arte como respuesta a la realidad, la colección de los flotadores de los refugiados en forma de una perversa escultura. El gesto visible que se repite para constreñir moralmente. Una educación para idiotas, que no distingue la tragedia humana mezclada con los intereses mezquinos de una ideología religiosa, así como los intereses de una ideología de las mentiras que promete riquezas a cambio de nada.

Al gesto visible, triquiñuela de la pereza mental, se opone el invisible, que contiene toda la carga histórica y social de nuestra situación contemporánea. No son flotadores, sino el costoso sistema que permite a los globos estar suspendidos en el techo. A pesar de que la gravedad cero no debería ser defendida contra factores externos a los de su propia física.

Mario Asef The Acousmatic Lecture Series 05.10.2017

05.10.2017 / 17:30 h
Prof. Dr. Markus Gabriel

Is virtual reality part of reality?

In my lecture I will examine the extent to which imagination contributes to our perception of reality. I will test out the relationship between imagination and perception according to the ontology of virtual reality, which Australian philosopher David Chalmers calls a genuine form of perceivable albeit digital reality.

Gabriel studied philosophy, classical philology, modern German literature and German studies in Hagen, Bonn, and Heidelberg, where he received his PhD in 2005 on Schelling’s late philosophy under advisor Jens Halfwassen. He was a guest researcher at the University of Lisbon in 2005, and interim member of the academic senate in Heidelberg from 2006-2008. He completed his postdoctoral qualitification on skepticism and idealism in Heidelberg in 2008. From 2008-09 he was assistant professor at the Department of Philosophy of the New School for Social Research in New York City. Since July 2009, Gabriel teaches theory of knowledge and philosophy of the modern age at the University of Bonn.

Conversaciones con Mario Asef P.4.: transformación capitalista

Querido Jorge,

estuve leyendo el artículo que Lazzarato y Eric Alliez escribieron para E-flux y más allá de estar de acuerdo en muchas de sus hipótesis vuelvo a la noción de que la “producción” de textos teóricos no escapa a las estructuras de producción neoliberales a las que este mismo articulo se refiere y de las cuales nos referíamos anteriormente.

…idear > producir > consumir >idear > producir > consumir >…

Incluyendo en esta cadena los ideales de creación productiva que involucran el término “innovación”.

La idea de guerra como un estado perpetuo e ineludible es inflacionaria y responde a este modelo de producción intelectual. Y si bien ésta misma idea es tentadora por su potencial sarcástico, me parece una romantización del término y una mitificación del mismo. Si nuestra contemporaneidad está definida por este estado de guerra perpetua cave preguntarse; cuando no hubo guerra? Si la guerra es el estado natural de nuestra existencia a la manera de un mal interpretado Darwin (survival of the fitest), la idea me parece de un potencial peligrosamente totalitarista.

Por otro lado encuentro en el texto “ideas innovadoras” que ya he leído años atrás en texto catalogados como “conspirativos”. Es decir; nada nuevo bajo el sol… Solo que este texto toma retazos de ideas conspiradoras que dentro del mundo académico me las imagino “atrevidas” pero aceptables. Así es que se practica un conspirativismo moderado que ayude a ponerle una nota transgresora e innovadora a una teoría que nada nos ofrece mas que un pasatiempo intelectual.

Sin embargo, deshaciéndose uno del termino “guerra”, las dinámicas que describen Lazzarato y Eric Alliez me resultan muy verosímiles. Y me gustaría aprovecharlas pero sin el juicio de valores y estructuras jerárquicas que el texto expone solapadamente (los buenos, los malos, los opresores y los oprimidos) e intentando focalizar el panorama descrito a una posible función del arte y su posicionamiento dentro de esta estructura.

Te dejo un diagrama piramidal que propongo cómo punto de partida para el posicionamiento de la cultura dentro de estas dinámicas.

 

Conversaciones con Mario Asef P.3.: transformación capitalista

25.05.2017

Querido Mario,

a mi me gusta más lo que éstas diciendo. Una ontología del arte. Es una buena linea de investigación. ¿Te molesta si nuestras conversaciones las publicamos en bajo la palmera?

Estoy en el tren de camino a Berlín. Aun tengo 1,5 hora de recorrido, y puedo utilizarla para seguir esta linea que estás proponiendo y que me interesa. Además tengo que decir que el término que utilizaste de fetiche es perfecto, y describe como categoría histórica al arte. Voy a recoger tus categorías y trataremos de darle forma. En tiempos del neoliberalismo la razón de ser del arte parece ser una tensión entre el contexto, la dimensión de escala y su funcionamiento como fetiche. De tal manera, el arte al ser una actividad excesivamente humana, (no como la industria automotriz donde los robots están instalados, y eso ya desde el sueño del barroco), los mejores ejemplos de los problemas que has mencionado. 

La pintura monumental (escala) en una galería durante el pasado Gallery Weekend, por ejemplo; la gorda blanca y rechoncha caminando con su bolsita que tiene impreso “refugee rights”, la gran elite y VIP tratando de entrar a una fiesta, “y mi nombre (sí) está en la lista”, son los ejemplos dulces del mundo del arte en donde nos recopilamos.

No tengo nada en contra de esta parodia. No podría. ¿En cuál otro círculo social y laboral es posible cenar en el Petit Palais con presidentes y managers a pesar de tener 20 euros en tu cuenta, un saldo rojo de tarjeta de crédito? Si, por ejemplo, una de esas tantas noches, como lo viste en Venecia, entramos en palacios que de otra manera estarían de puertas cerradas, y además, pudimos comer y beber sin pagar nada. Si Jesucristo viviera de nuevo sería artista (exitoso) con galería de Chelsea.

Pero esta fenomenología de las parodias no da razón a donde queremos llegar.

En  el artículo que te reenvié de Kenny Schachter sobre las subastas de arte en Nueva York él escribe, es más fácil hablar sobre dinero que de arte… ,yo diría además, también es fácil hablar sobre los componentes humanos del arte que del arte mismo. Entonces necesitamos ahora una base para seguir nuestra investigación. La verdad es que en este momento no sé donde encontrarla, pero se me ocurre, por desespero, más que cualquier otra cosa, tal vez comenzar con este texto de Lazzarato y Eric Alliez que es la introducción del texto que van a publicar. El tema son máquinas de guerra.

http://www.e-flux.com/journal/78/82697/to-our-enemies/

Entonces, intentaremos de pensar la pregunta por la ontología del arte en tiempos de guerra. Esta podría la base de partida que te propongo, pero estoy muy contento si tienes otra en mente.

un fuerte abrazo,

Jorge Sanguino

———————————————————————————————————

Querido Jorge,

ahí vamos entrando en el ojo del tornado! Es eso exactamente lo que me interesa del arte en general y de la historia del arte; su potencial ontológico.

Y es bajo esa vara (es) como intento medir la relevancia de éste.

Y cuando te referís al arte como “una actividad excesivamente humana” es a lo que yo llamo “narcisismo cultural”. Aunque la cultura por naturaleza sea narcisista en el sentido en que engrandezca, mitifique y celebre toda actividad humana. La cultura se mira en el espejo. Y quizás esa sea su única función y por eso no pueda volverse práctica o útil, sino se esfumaría su fantasma auto-adulador. Esos son los niveles onanistas en los que se mueve la cultura y los que me interesa criticar. Quizás en un acto de autodestrucción ya que de ese modo aniquilaría mi propia tarea como artista. El desafío personal es el de redefinir esa tarea constantemente y no perecer en el intento.

De acuerdo. Abandonemos la parodia y nos internemos en la materia desde otro ángulo. Sin el “Krieg-Böse” de M. Kippenberger.

Sí, es más fácil hablar de los efectos del arte que del arte mismo. Es más, la mayoría de las personas del arte mas respetables que conozco se refieren al arte tematizando solo sus efectos. Intuyo que esta confusión ha sido motor esencial de la producción artística de los últimos ochenta años aprox. y nos a traído hasta donde estamos hoy.

Con respecto a publicar esta conversación, se muy bien que cuando escribís tan formal es porque estás planeando hacer algo con lo escrito ;)

Me parece una muy buena idea.

Mas tarde te comento el link que mandaste.

Abrazo

Mario

Conversaciones con Mario Asef. P. 2.

24 Mayo 2017

Querido Mario,

Muchas gracias por tu respuesta. Precisamente al final de tu correo cierras con el punto que he querido discutir. Representaciones y ficciones que determinan los mecanismos de funcionamiento (cierto tipo) de arte contemporáneo.

Te felicito porque has puesto la discusión en términos propios, utilizando el término de arte conceptual y el del arte de compromiso social. Y creo que podemos afinar nuestras reflexiones sobre este tema. Pero primero, voy a recoger tu hipótesis. Para ti es un problema de escala. Pero escala no sólo es financiamiento o interés. Pues existe cierto tipo de discursos que son aceptados como escalables. Son discursos predeterminados. Voy a ser el abogado del diablo, y tendrás que responderme esta pregunta honestamente. Un arte de compromiso social, que se concentré en la violencia contra la mujer por parte de migrantes, la que se ha incrementado en Europa, ¿es para tí “escalable”? El problema es real y fáctico y hay deficiencias en este tipo. Digamos, ¿crees tú que sería posible un faro Colonia que sirva como memoria social contra la violencia contra la mujer por parte de las ideologías machistas? ¿o sólo es pósible un arte social que pone en manifiesto una crítica contra ciertas ideologías? ¿ es el arte social un arte de una mayoría que define que temas son aceptables como arte social? ?quién define estas fronteras?

Creo que tú y yo sabemos la respuesta de antemano, así que voy a desplazarme de nuevo a la siguiente hipótesis, que el arte no puede salir de sus ficciones ni representaciones porque asumió las representaciones y ficciones de una izquierda que fracasó en su proyecto de mundo, ¿por qué debemos determinar una función (social – crítica) al arte como el mecanismo adecuado del arte? ¿por qué tiene que tener el arte -para ser bueno- en el sentido moral y ético- una función social?

De cierta manera, me parece te enfadas al conocer el resultado de una subasta de Sothebys por 111 millones de dólares para una pieza de Basquiat, pero aquí ya no estamos hablando de arte sino de finanzas y de procesos sutiles que tienen que ver, con el arte en cuanto éste es considerado un asset. Esta consideración del arte como vehículo de inversión, con resultados positivos, es muy a pesar de la gran divulgación de los medios, de la obsesión de las nuevas generaciones de trabajadores culturales, es un problema minoritario. Es también un problema de discurso. Del discurso del neoliberalismo cuando transforma el arte en objeto de transacción comercial. Aquí, es donde la capacidad del aparato crítico parece ser el afilado y activo. Me parece bien. Tenemos un gran compendio de esta critica. Pero falta una crítica al arte de compromiso social.

un abrazo muy fuerte

——————————————————————————————————————-

Berlin 24 Mayo 2017.

Querido Jorge,

me gusta mucho de qué manera estás articulando este diálogo.

Después de enviarte mi primera respuesta, y ya mientras presionaba el botón “send”, me di cuenta de que había olvidado mencionar paralelamente al problema de escala otro muy esencial que es el de contexto.

Creo que un arte que no ofrece una linea ética y moral (ya sea una multiplicidad de éticas o una pluri-moral) carece de substancia. Y no por eso tiene que referirse a la moral del “buen samaritano” sino a una linea de pensamiento que esté articulando una realidad posible.

Justamente ayer leí una cita del ex-lider de izquierda alemán Gregor Gysi que decía: “Si Jesus vivera hoy, sería de izquierda.”

Ese es, creo, el problema básico de la izquierda. Que ha adoptado la postura del buen samaritano y espera que las autoridades ofrezcan siempre la otra mejilla a los injuriadores del sistema pero se vuelven de derecha cuando la mejilla a ofrecer es la propia.

Esta pose, y tu me dirás si me equivoco en esta conjetura, me parece extremadamente neo-liberal. Ya que es solo eso, una pose. El llamado arte político de gran resonancia (Ai Wai Wai, Hans Haacke, etc) trabaja con esta moral escenográfica que no es mas que propaganda política de un neo-liberalismo a raja tabla.

El problema de escala está atado al de contexto. Es el problema del arte político en el contexto de bienales o grandes eventos de la escena del arte. Intuyo que tu crítica está focalizada en esta forma de presentación de arte que contradice al arte político del cual estoy haciendo referencia y que actúa de forma mucho mas puntual y específica al contexto social. Ese arte político le llega al gran público solo en forma de documentación o reenactment y deviene en un simple gesto simbólico enajenado de su caracter original (ese sería el caso de tu faro en colonia, o del faro de Kilper en Bruselas).

Entonces intentando responder a tus preguntas de que “¿por qué debemos determinar una función (social – crítica) al arte como el mecanismo adecuado del arte? ¿por qué tiene que tener el arte -para ser bueno- en el sentido moral y ético- una función social” déjame decir que me parece que no es para mi entender un juicio de valores sino un intento de dealer al arte contemporaneo una razón de ser, una relevancia. Ese es el problema de un Basquiat a 111 millones de Dólares – que a decir verdad no me enoja – es solo una tela pintada por un jovencito simpático y atrevido de Nueva York. Nada mas. Es irrelevante hasta que alguien está dispuesto a pagar una suma de dinero como esa. Entonces se convierte en fetiche. No tengo nada en contra de los fetiches solo que me parecen irrelevantes. El arte como fetiche me parece irrelevante desde todo punto de vista menos el financiero.

Abrazo fuerte

Mario

Conversaciones con Mario Asef P.1.

Düsseldorf, 21 Mai 2017.

Querido Mario,

He visto que en Instagram, le has dado un “me gusta”, al “posting” sobre el proyecto de Thomas Kilper, “a lighthouse for lampedusa”. Se me ha ocurrido, que este gesto podría originar una serie de dialogo escrito entre tú y yo, con el que por un lado, podríamos hablar de la divulgación de arte (o más bien de sus imágenes) en un medio social como instagram, y por el otro, sobre, lo que considero, es el estado del mundo del arte frente a los problemas globales, pero su “sospechosa” incapacidad de producir otro tipo de discursos, o de reflexiones, frente a estos mismos problemas.

Voy a empezar con esta segunda parte, porque mientras cruzamos un puente en Venecia, saliendo de la exposición de Arsenale, estuviste de acuerdo conmigo, cuando dije que lo que más me atraía de la exhibición de Viva Arte de Marcel, es que su posición “apolítica”, (comparada con otras exhibiciones, como la de la Bienale pasada, o la Bienal de Berlin del 2012) era la demostración de que el arte ya no puede ofrecer formas de resistencia política, ni sociales. Es decir, que una bienal política tiene el mismo efecto de una bienal a-política. Las formas refinadas de neoliberalismo son tan sutiles y complejas, sus efectos son tan profundos y extensivos. El arte queda restringido a la producción de materiales estéticos y juegos mentales. Precisamente la idea de que un arte origine cambio social, resistencias, reflexión pertenece a esta segunda categoría.

Cuando haces “click” sobre el corazón que es el símbolo de “me gusta” produces al mismo tiempo un juicio de valor. El sistema de aceptación se distribuye de tal manera, que cuando yo miro la misma imagen, a pesar de estar a más de 600 kilómetros de distancia tuya, la aplicación me informa que tú originaste un juicio de aceptación de la imagen, por consiguiente (y este es el punto de la distribución de arte en las redes sociales,) de todo el sistema estético que está concentrado en el objeto de arte, o en su obra. No conozco la personalmente la obra de Kilper. La verdad es que la imagen y los textos que son visibles, más nuestro conocimiento de las corrientes migratorias actuales, la hacen legible a primera mano. De cierta manera, plana y aburrida como los miles de salvavidas de Ai Wei Wei. Siendo un poco irónico, cuando leo el titulo, “a lighthouse for Lampedusa”, puedo interpretar la pieza de otra manera, un faro para Lampedusa, una región que se está ahogando con la llegada de miles de personas que cruzan el mar mediterráneo con el fin de llegar a Europa.

Persiste una homogeneidad en el relato actual de las corrientes migratorias: asumimos que todos los que arriesgan su vida atravesando África, y luego el mediterráneo, escapan de una situación infrahumana, de guerra, de miseria y conflicto. Sin embargo, coexisten otras posibilidades para la migración arriesgada. Hace poco salió un artículo en el Sueddeutsche Zeitung sobre el regreso de muchos de los emigrantes ilegales. En éste, describía el director de una organización que trabaja facilitando el regreso al país de origen, que un motivo para la migración era creer que la riqueza y bienestar que se observan en las telenovelas brasileras y colombianas que se transmiten en muchos de estos países, es la riqueza que se puede encontrar en Europa. Aquí tienes un ejemplo, bastante sarcástico, que comparado con el arte, una telenovela logra motivar sujetos para la acción.

El gran problemas para entender la migración es asumir que la potencias del neo capitalismo en convertir todo sujeto en un sujeto consumidor contemporáneo (carro de lujo, novia rubia, zapatos de moda,) excluyen al pobre, al miserable, al negro, al árabe, al indio, al mexicano, al colombiano, al norteafricano, al terrorista… al otro, y que asumir que éste no desea participar de esta forma de subjetividad homogénea, global, aplanada por las imágenes de la industria publicitaria, el internet, los medios sociales. Aquí radica la gran paradoja de los partidos socialistas y de izquierda, que encuentran en la figura homogénea del emigrante y el refugiado, a la victima del capitalismo global que escapa de éste, en vez, de reconocerlo como una victima de la siguiente manera, un sujeto trastornado que quiere participar de éste. Perdona que sea tan directo, pero casi podría gritarle a muchos: No discrimine! Este refugiado también quiere ser un neocapitalista!!

La crisis migratoria devela la debilidad de los discursos de izquierda que se ha acentuado históricamente, incapaces de resolver y o devolver, la acción política a los actores de los medios de producción, al grueso de los habitantes, que son excluidos de los programas neoliberales sin importar su distribución geográfica. Con una hipótesis es con la que cierro nuestra primera parte de la conversación. Precisamente, la debilidad de los discursos de los partidos de izquierda y socialistas, ha contribuido a que resurjan como ciertas practicas artísticas que se asuman responsables por repetirlos y comunicarlos, haciendo énfasis en la función social del arte como herramienta pedagógica, aferrados a una figura histórica, el arte como resistencia entre las guerras mundiales, una lectura histórica que olvida que las condiciones se han transformado.

te mando un fuerte abrazo,

Jorge 

Berlin Mayo 21.2017

Querido Jorge,

antes de contestar a tu email estuve revisando mi perfil en facebook y poniendo me gusta a todos los post de mis amigos.

Te agradezco mucho tus reflexiones – nunca nadie le había otorgado tanta importancia a un me gusta mio.

Conozco a Thomas Kilper y conozco su proyecto “Un Faro para Lampedusa” que desde 2008 intenta realizar en esa isla (http://www.kilpper-projects.net/blog/?p=954).

Según mi entender, el arte conceptual político surgió, y surge en su forma mas genuina, a partir de querer suplir un déficit institucional ya sea educativo o de trabajo social. El arte conceptual latinoamericano de los sesentas/setentas es un buen ejemplo de estas estrategias de complementación social (Tucumán Arde por ejemplo). El problema mas bien es de escala y de fuente de subvención y promoción. En el caso de Kilper, no me parece mal su inteción de contruir un faro para una isla que es uno de los principales lugares de anclaje inicial para los botes repletos de inmigrates que provenienen de Africa. Aparentemente las intituciones están mas interesadas en gastar miles de Euros en una instalación alegórica a estos mismo inmigrantes del artista “dicidente” chino Ai Wai Wai que con ese mismo dinero realizar la obra de Kilper y a la vez suplir una necesidad mínima. Estamos de acuerdo que un faro no solucionará el problema migratorio y no creo que esa sea la intención tampoco. Pero creo que existe una posición generalizada contra toda forma artística que busque soluciones reales a problemas reales. Como si el arte existiera solo para ofrecernos representaciones, imitaciones de escenarios y/o situaciones. Como si al arte le fuera prohibido avandonar aunque sea por un instante su condición de “entretenimiento” y solo se lo pudiese encontrar un su estado puro como objeto de consumo.

En esta paradoja se encuentra el arte de llamado “compromiso social” o “político”. Entre la intensión de querer ser “real” y la presión de obligarlo a ser “ficticio”. Y es claro que entre estos frentes de poderes tan desiguales y bajo estas condiciones solo se puede perder. El arte social, político pierde en coherencia discursiva, en fuerza retórica y en poder de realización de las obras siendo reemplazado por fachadas pseudo-críticas de los que están dispuestos a jugar el juego neo-liberal.

Me parece a estas alturas bastante cómodo echarle la culpa a los discursos de izquierda que ya, está claro, han fracasado. Como reirsele en la cara al perdedor mientras uno intenta reacomodarse para codearse con los ganadores.

No creo sinceramente que el arte político sea el problema. Esta clase de arte nunca ha sido bien apoyada por el mercado y tampoco a tenido demasiada aceptación pública. Mas grave me parece que una pintura de J. M. Basquiat haya alcanzado un precio de 110 millones de dólares. De alguna forma la crítica al arte social es un apoyo a los mecanismos mafiosos del mercado del arte que hacen de la cultura un negocio bastante dubioso.

Te dejo un abrazo fuerte,

Mario

Mario Asef

PS al Email del 21 Mayo.

olvidé mencionar el otro aspecto que te ocupa, Instagram como medio de divulgación de arte.

Tanto Facebook como Instagram y Twitter son plataformas usadas, o mejor dicho apropiadas, para la promoción y divulgación de arte y que no han sido diseñadas originalmente con este propósito. Así que un “me gusta” a una imagen de una obra de arte tiene el mismo valor que un “me gusta” a un selfie o una foto de las vacaciones de un amigo. El proceso de homogenización de estos y la correspondiente abolición de sus diferentes relevancias es muy cuestionable. Y si, como ya has dicho, tiene mucho que decir en relación al estado actual de las artes y su extrema asimilación en la estructura neo-liberal predominante. La cuestión que debería interesarnos es la de reflexionar acerca de la función social que el arte debería cumplir alcanzado ya casi el cuarto del siglo 21. Pero esta cuestión no puede estar enajenada de los mecanismos económicos y la crisis política que nos toca vivir.

Hasta que punto es necesaria todavía hoy la producción de representaciones y ficciones en las artes? Qué sentido tiene la producción de imágenes con el fin de ser expuestas –para su venta o no? Cómo desmantelar las estructuras egománicas como incentivo de trabajo artístico que hacen tan vulnerables a la manipulación económica y política de los artistas y su producción? Cual es el rol esencial de la exhibición de arte?