Conversaciones con Mario Asef P.3.: transformación capitalista

25.05.2017

Querido Mario,

a mi me gusta más lo que éstas diciendo. Una ontología del arte. Es una buena linea de investigación. ¿Te molesta si nuestras conversaciones las publicamos en bajo la palmera?

Estoy en el tren de camino a Berlín. Aun tengo 1,5 hora de recorrido, y puedo utilizarla para seguir esta linea que estás proponiendo y que me interesa. Además tengo que decir que el término que utilizaste de fetiche es perfecto, y describe como categoría histórica al arte. Voy a recoger tus categorías y trataremos de darle forma. En tiempos del neoliberalismo la razón de ser del arte parece ser una tensión entre el contexto, la dimensión de escala y su funcionamiento como fetiche. De tal manera, el arte al ser una actividad excesivamente humana, (no como la industria automotriz donde los robots están instalados, y eso ya desde el sueño del barroco), los mejores ejemplos de los problemas que has mencionado. 

La pintura monumental (escala) en una galería durante el pasado Gallery Weekend, por ejemplo; la gorda blanca y rechoncha caminando con su bolsita que tiene impreso “refugee rights”, la gran elite y VIP tratando de entrar a una fiesta, “y mi nombre (sí) está en la lista”, son los ejemplos dulces del mundo del arte en donde nos recopilamos.

No tengo nada en contra de esta parodia. No podría. ¿En cuál otro círculo social y laboral es posible cenar en el Petit Palais con presidentes y managers a pesar de tener 20 euros en tu cuenta, un saldo rojo de tarjeta de crédito? Si, por ejemplo, una de esas tantas noches, como lo viste en Venecia, entramos en palacios que de otra manera estarían de puertas cerradas, y además, pudimos comer y beber sin pagar nada. Si Jesucristo viviera de nuevo sería artista (exitoso) con galería de Chelsea.

Pero esta fenomenología de las parodias no da razón a donde queremos llegar.

En  el artículo que te reenvié de Kenny Schachter sobre las subastas de arte en Nueva York él escribe, es más fácil hablar sobre dinero que de arte… ,yo diría además, también es fácil hablar sobre los componentes humanos del arte que del arte mismo. Entonces necesitamos ahora una base para seguir nuestra investigación. La verdad es que en este momento no sé donde encontrarla, pero se me ocurre, por desespero, más que cualquier otra cosa, tal vez comenzar con este texto de Lazzarato y Eric Alliez que es la introducción del texto que van a publicar. El tema son máquinas de guerra.

http://www.e-flux.com/journal/78/82697/to-our-enemies/

Entonces, intentaremos de pensar la pregunta por la ontología del arte en tiempos de guerra. Esta podría la base de partida que te propongo, pero estoy muy contento si tienes otra en mente.

un fuerte abrazo,

Jorge Sanguino

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Querido Jorge,

ahí vamos entrando en el ojo del tornado! Es eso exactamente lo que me interesa del arte en general y de la historia del arte; su potencial ontológico.

Y es bajo esa vara (es) como intento medir la relevancia de éste.

Y cuando te referís al arte como “una actividad excesivamente humana” es a lo que yo llamo “narcisismo cultural”. Aunque la cultura por naturaleza sea narcisista en el sentido en que engrandezca, mitifique y celebre toda actividad humana. La cultura se mira en el espejo. Y quizás esa sea su única función y por eso no pueda volverse práctica o útil, sino se esfumaría su fantasma auto-adulador. Esos son los niveles onanistas en los que se mueve la cultura y los que me interesa criticar. Quizás en un acto de autodestrucción ya que de ese modo aniquilaría mi propia tarea como artista. El desafío personal es el de redefinir esa tarea constantemente y no perecer en el intento.

De acuerdo. Abandonemos la parodia y nos internemos en la materia desde otro ángulo. Sin el “Krieg-Böse” de M. Kippenberger.

Sí, es más fácil hablar de los efectos del arte que del arte mismo. Es más, la mayoría de las personas del arte mas respetables que conozco se refieren al arte tematizando solo sus efectos. Intuyo que esta confusión ha sido motor esencial de la producción artística de los últimos ochenta años aprox. y nos a traído hasta donde estamos hoy.

Con respecto a publicar esta conversación, se muy bien que cuando escribís tan formal es porque estás planeando hacer algo con lo escrito 😉

Me parece una muy buena idea.

Mas tarde te comento el link que mandaste.

Abrazo

Mario